Días de ceniza

En enero de 2022, estando en casa con el atropello continuo de los medios de comunicación por culpa del Covid, el volcán de Cumbre Vieja (La Palma) decidió cesar su actividad. Y este era el mejor momento para organizarse y viajar hasta allí para ver su situación tras la erupción.
Una vez en la isla me hospedé en El Paso, zona limpia de lava, y la idea fue moverme desde allí a las zonas más afectadas, como La Laguna y Las Manchas. Tratar de conocer de primera mano todo el daño ocasionado por el volcán, tanto en la fisonomía de la isla: su geografía, sus carreteras, sus viviendas,…; y en como ha afectado personalmente a los palmeros. En algunos casos han tenido que dejar sus casas y mudarse durante varios meses a otras poblaciones del archipiélago, y en otros, más dramáticos, perder definitivamente sus viviendas. He sentido, la emoción de las familias al volver a sus casas y el dolor al comprobar la invasión de la ceniza. El volcán se convierte en un monstruo sin piedad cuando despierta.